domingo, 31 de mayo de 2015

ACTIVIDAD BLOQUE 3: Taller cooperativo de comunicación literaria “ADIVINA CUANTO TE QUIERO”

ACTIVIDAD BLOQUE 3: Taller cooperativo de comunicación literaria
“ADIVINA CUANTO TE QUIERO”




Quiero resaltar el inmenso placer que produce escuchar cuentos, tanto a niños como a los adultos. Para ello es preciso crear un clima propicio para narrarles o leer en voz alta.

He de decir que es algo que me entusiasma y tratar de transmitirlo me parece esencial. El objetivo principal de la comunicación literaria debe ser el disfrute por el disfrute y tratar de encauzar la atención hacia determinados personajes y determinadas acciones.

Para conseguir un alto nivel de comprensión, es importante buscar un momento adecuado para narrar el cuento, ya sea de forma espontanea o inesperadamente. Para conseguir que mantengan la atención será preciso poder llegar a realizar alguna interactuación con los oyentes.

He elegido este maravilloso cuento para realizar una narración en clase dirigida en este caso a dos compañeras Leticia y Carmen.
Este libro lo escribe Sam McBratney, y está ilustrado por Anita Jeram y se hizo en la editorial Kókinos y el año de edición fue en el 2009.

Adivina cuánto te quiero nos narra, con un lenguaje claramente poético, la historia de una pequeña liebre color de avellana que, justo a la hora de irse a dormir, decide jugar a las adivinanzas con una liebre grande.
El juego consiste en adivinar cuánto la quiere. Y a partir de este momento, se inicia una maravillosa competición en la que el amor trata de medirse.
La autora no le da a la liebre grande el rol de mama, así de esta manera los niños – que se identificarán con la liebre pequeña- podrán verla reflejada con cualquier persona cercana que quieran mucho y les quiera mostrar su cariño.




Era la hora de dormir. La liebre pequeña color de avellana se agarraba fuertemente a las orejas de la gran liebre color de avellana. Quería estar segura de que la liebre grande la escuchaba.
“Adivina cuánto te quiero”, le dijo.
“¡Uf!, no creo que pueda adivinarlo”, contestó la liebre grande.
“Así”, dijo la liebre pequeña abriendo los brazos todo lo que podía
.

Edades recomendadas

La edad recomendada para este libro es a partir de los 2-3 años, ya que en esta edad es cuando los niños necesitan sentirse más queridos, cuando desean expresar su cariño y cuando comienzan a interesarse por el juego de las adivinanzas. Podemos ver cómo las ilustraciones acompañan la ternura y la dulzura que el autor nos transmite a través del texto.

Considero que es un cuento apropiado para esta edad por:

·         Se relaciona con actividades de su  vida cotidiana: Rutina de dormir.
·         Se relaciona con su momento evolutivo: comienza la expresión de sentimientos y la capacidad de percibirlos.
·         Etapa de Representación Preoperatoria según Piaget: Interpretación mágica de la realidad y el gusto por la personificación de animales.
·         Etapa egocéntrica: preocupación por lo que siente por uno mismo.
·         Se trabajan conceptos simples de forma, color y tamaño.
·         Cuento cuyo protagonista es un niño como él.
·         Lenguaje simple con desenlace feliz.
·         Contiene onomatopeyas y metáforas.
·         La repetición hace referencia a cuanto se quieren la una a la otra.

El tema principal de este libro, como ya he dicho anteriormente, es la expresión de los sentimientos; en este caso, del amor que se siente por otra persona. Durante los primeros años de vida, es muy importante reforzar el aspecto emocional de los niños: que se sientan queridos y que poco a poco sepan expresar sus sentimientos.
Es un cuento con un carácter poético, lleno de repeticiones y con un claro diálogo que conseguirá que hasta los más pequeños quieran participar.
La cadencia de la narración, la suavidad de las ilustraciones… la narración oral ha de ser como una nana que envuelva al niño y al adulto que lee al igual que la noche envuelve el amor de las liebres color de avellana.



Entonces miró por encima de los arbustos, hacia la enorme oscuridad de la noche. Nada podía estar más lejos que el cielo.
“Te quiero de aquí a la luna”, dijo, y cerró los ojos.
“Eso está muy lejos”, dijo la liebre grande.
“Eso está lejísimos”.
La gran liebre color avellana acostó a la liebre pequeña en una cama de hojas.
Se quedó a su lado y le dio un beso de buenas noches.
Luego se acercó aún más y le susurró con una sonrisa: “Yo te quiero de aquí a la luna…
… y vuelta”.

Indicaciones para antes, durante y después de la lectura

Hay libros para contar y hay libros para leer. Contar los libros supone dotar de magia y de cercanía al texto. Un libro para leer es aquel que lleva la magia y la cercanía impresas en sus palabras
Adivina cuánto te quiero es un libro para leer. No hay nada que añadir, nada que cambiar.
La forma y el fondo forman un todo perfecto. 
La primera vez que leamos este libro al niño podemos enseñárselo para que lo ojee y vea los dibujos. Luego podemos leerle el título y preguntarle por su significado y por su posible relación con el dibujo de la portada. Podemos realizar una primera hipótesis sobre el contenido del cuento.
El mejor momento para leérselo es el de antes de irse a dormir. Favoreceremos la identificación del niño con el protagonista de la historia, ya que ésta empieza cuando la pequeña liebre tiene que irse a la cama.
Durante la lectura, el lector y el receptor pueden ponerse en la piel de las dos liebres e imitar sus movimientos como si se tratase de una representación teatral.
Una vez hayamos acabado con la lectura, podemos preguntarle cuánto nos quiere, cuánto quiere por ejemplo a papá, a mamá, a la abuela, etc. y empezar un pequeño juego. También debemos preguntarle si le ha gustado el libro, si quiere que lo leamos otra vez u otro día. Que es lo que más les ha gustado. Si les dan un besito antes de ir a dormir.

El proceso


A continuación describiré el proceso que he seguido para hacer esta actividad de “La Hora del cuento”.

Para comenzar le daré vida al cuento, personificando el libro en sí. De esta manera crearemos un ambiente de magia, misterio y cooperación.


“El cuento está dormido….¿Lo despertamos?  Le daremos unos golpecitos (toc, toc, toc) y escondidos tras él crearemos un momento de intriga (pausa misteriosa) que les encanta y hace que su interés crezca por momentos.

Volveremos a preguntarle ¿Hay alguien ahí? Y todos juntos a la de tres soplaremos y de esa forma abriremos el cuento para comenzar a leerlo.

La fórmula de comienzo sería: Abracadabra pata de cabra, prepárate cuento para que te abra. Y la de cierre: Colorín colorado este cuento se ha acabado y colorín colorete por la chimenea sale un cohete. Con una mano haremos el ruido de un cohete daremos golpes al cuento y simularemos un cohete. Es una técnica que les apasiona a los niños de 2-3 años por las onomatopeyas y la expresividad del cuentacuentos.

Quería contarlo con una entonación agradable, modulando  la voz para acrecentar el interés de los niños y teatralizar a los dos  personajes la liebre pequeña y la liebre grande color de avellana. También alguna pausa misteriosa durante los diálogos.  





 Para preparar la Narración:


·         Primero leí el cuento varias veces.

·         Lo ensayé yo sola cuidando la modulación de la voz, la dicción,  los gestos, las pausas y los cambios de ritmo.

·         Se lo conté a mi compañera Elisa.


¡Ya estaba preparada para hacer la actividad en clase!



El cuentacuentos en clase. Autoevaluación.

Llegó el momento de hacer la actividad en clase de Literatura Infantil.

El grupo que me asignaron estaba compuesto por Leticia que contó un cuento popular “Historia de una liebre de Pascua” para niños de 5 años y Carmen que leyó, para niños de 5 años también, La princesa y el guisante” de Hans C. Andersen. 
Tengo que decir que ambas lo contaron fenomenal y disfrute mucho escuchándolas. Leticia lo narró sin soporte y lo hizo francamente bien, consiguió emocionarme muchísimo y consiguió toda mi atención durante el proceso de la comunicación literaria. “La princesa y el guisante” ya lo conocía pero la forma en la que Carmen lo contó le dio su propia recreación y consiguió tenerme totalmente atenta durante la historia. En este caso solo le hice una apreciación que debería mover el cuento de manera que todos pudieran verlo en el momento de contarlo en el aula.

Disfrute muchísimo en el momento de leer mi cuento “Adivina cuanto te quiero”  para mi es tan emotivo y lleno de sentimientos que el entusiasmo que le dedico al contarlo se puede reflejar durante la comunicación literaria. Es un cuento que he contado en muchas ocasiones y las estrategias o fórmulas  que utilizo para empezar o acabar el cuento se que son adecuadas por mi experiencia en escuelas infantiles y centros de ocio con cuentacuentos.

En cuanto a la evaluación de mis compañeras fue bastante positiva, me dijeron que les había emocionado mucho y que no tenía nada que mejorar, que el tono fue adecuado, la modulación de voz, el ritmo apropiado y que era adecuado para la horquilla de edad que había apuntado 2-3 años.

Creo que mantuve la mirada en los receptores durante la narración y realice las preguntas necesarias después de la lectura aunque en mi autoevaluación he de decir que debería realizar algunas preguntas previas al cuento, durante y después de la transmisión literaria.





2 comentarios:

  1. Hola Xandra,

    Me encanta la idea que has tenido de darle vida al cuento, simular que está dormido, y despertarle. Tiene además mucha relación con la historia en sí.
    Sin duda, presentando de esa forma el libro, lograrás captar la atención de los niños y empezarán el cuento intrigados y atraídos.

    Un saludo.

    Irene

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